
La organización mundial de la salud define la incontinencia urinaria como la pérdida involuntaria de orina que condiciona a un problema higiénico y / o social y que puede demostrarse objetivamente. Estima que unos 200 millones de personas sufren de IU, con independencia de la edad y el sexo, incrementando su incidencia con la edad. Si llegamos a preguntar a nuestras amigas o mujeres cercanas, la mayoría en algún momento de su vida ha presentado escapes de orina.
La incontinencia urinaria llega a afectar el bienestar físico, psicológico y económico.
Gran parte de las mujeres que padecen incontinencia urinaria no asisten al médico (50%) y no realizan tratamiento fisioterapéutico, generalmente solo llegan a buscar tratamiento cuando los síntomas son severos. Es importante mencionar que la incontinencia urinaria suele normalizarse en la sociedad después de haber parido y por la falta de conocimientos acerca de esta enfermedad suponen que el tratamiento es cirugía, dando como resultado un acercamiento incorrecto a esta enfermedad. La incontinencia urinaria tiene varias divisiones para su mejor análisis y tratamiento:
Se manifiesta por el deseo repentino y urgente de orina seguido de una perdida involuntaria, generando esto a la larga idas al baño con frecuencia para así evitar las fugas de orina involuntarias, lo cual nos puede alterar la función vesical.
– Incontinencia urinaria mixta
Es la incontinencia urinaria en la cual se puede manifestar al mismo tiempo incontinencia urinaria de urgencia e incontinencia urinaria de esfuerzo.
Como factores predisponentes a la incontinencia podremos marcar:
- Edad
- Paridad
- Obesidad
- Constipación
- Mala calidad del colágeno
- Prolapso genital
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Para un correcto diagnóstico se deberá realizar una historia clínica donde también se comente sobre los antecedentes familiares y su estilo de vida, tomando en cuenta que la exploración física tanto de la musculatura del abdomen, suelo pélvico y postura tendrá que estar incluida en la exploración física.
Es indispensable no normalizar la incontinencia urinaria, es necesario acudir con su ginecólogo para que dé el seguimiento ideal dependiendo de la evaluación que este realice.
Hay estudios donde se pone en evidencia que la rehabilitación de suelo pélvico puede llegar a revertir la incontinencia urinaria bajo supervisión de un fisioterapeuta experto en suelo pélvico, teniendo mayor resultado después del parto y siendo menos eficaz cuando la incontinencia urinaria es crónica.
Tratamiento para la incontinencia urinaria al esfuerzo
La incontinencia urinaria al esfuerzo es más común de lo que nos gustaría.
Generalmente, está socialmente normalizada después del parto, lo cual es un enfoque incorrecto.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es la pérdida de orina al realizar un aumento de presión intraabdominal como toser, estornudar, cargar algún objeto pesado o el simple hecho de usar una faja nos genera aumento de presión intraabdominal.
En la incontinencia urinaria de esfuerzo, como en la mayoría de las disfunciones de suelo pélvico, es indispensable que se diagnostique de forma personalizada y específica la razón por la que se genera la incontinencia urinaria. De esto dependerá el acercamiento terapéutico. No olvidemos que la rehabilitación siempre debe ser personalizada. Comentado esto les daremos algunas opciones de tratamiento que generalmente utilizamos en pacientes con incontinencia urinaria al esfuerzo:
*Activar la faja abdominal y pélvica
Es importante señalar que la musculatura profunda del abdomen trabaja en conjunto con el suelo pélvico, generalmente después de un embarazo, o después de una cesárea, los músculos del suelo pélvico y abdomen quedan desenchufados olvidando su función inicial que es el dar soporte. También es importante mencionar que pacientes con obesidad o inflamaciones intestinales crónicas pueden llegar a afectar la función de contención abdomino pélvica.
*Ejercicios de estabilidad lumbopélvica
El suelo pélvico trabaja en conjunto con variedad de músculos, entre ellos está el transverso del abdomen, el cual es el músculo más profundo de nuestra faja abdominal y genera realmente la función de faja y contención. En pacientes con incontinencia urinaria al esfuerzo debemos enfocarnos no solamente en tratar al suelo pélvico, sino también a los músculos que le rodean y trabajan en conjunto con él como el diafragma torácico y músculos paravertebrales lumbares los cuales dan estabilidad en la región de la espalda baja. Los ejercicios de estabilidad lumbo pélvica consisten en potencializar la sinergia muscular entre el diafragma torácico, músculos de la espalda, transverso del abdomen y suelo pélvico.
*Knack perineal
El knack perineal significa “maña perineal” lo que quiere decir es que antes de realizar una hiperpresión abdominal es importante realizar una contracción previa del suelo pélvico para preparar esa musculatura al aumento de presión intra abdominal. Generalmente, esto se realiza de manera automática cuando no hay ninguna disfunción de la faja abdominal y pélvica; esto se le llama “Automatismo abdomino pélvico” el cual a través de repeticiones y ejercicios podemos ir reeducando y volviendo a activar.
*Concientizar la musculatura del suelo pélvico y evaluar fuerza y tono muscular
Evaluar el suelo pélvico es de suma importancia en incidencias urinarias al esfuerzo, debemos saber si el suelo pélvico se encuentra bajo de fuerza, bajo de tono muscular o contracturado. La calidad de la musculatura del suelo pélvico nos dará un acercamiento correcto al tratamiento. Dependiendo del caso se podrían usar: técnicas manuales para relajar el suelo pélvico si es que se encontrara contracturado o electroestimulación y biofeedback si es que el músculo se encuentra con poca fuerza y falta de tono muscular.